Ecos de Josune

A lo largo del laboratorio, los participantes irán mandando informaciones, imagenes, reflexiones a Josune Razkin, filósofa, 
que publicará sus subjetivas resonancias...
El blog sera la pantalla de esas resonancias, así como el archivo 
de las referencias, experiencias y variadas reflexiones  vividas en
cada encuentro...
Cada participante podra publicar en ese mismo blog.

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Cuerpo pensante y cuerpo creador- encuentro I

¿Puede el cuerpo, como tal, pensar?  Si cambiamos “pensar “, por consciencia y  memoria quizás podamos avanzar.

La consciencia puede ser un “percibir”, “darse cuenta”, “recordar”, “saber qué se es”, “saber cómo es su entorno”.
Cualquier célula tiene memoria y cierto tipo de consciencia. Tal como ella lo tienen los tejidos y los órganos del cuerpo. En este sentido se puede decir que el cerebro no es más que un órgano especializado de consciencia dentro del cuerpo.
A pesar de la especialización del cerebro, el resto del cuerpo también es consciente. El cuerpo físico percibe con los sentidos y a la vez que transmite la información al órgano especializado, esta información se recibe por todas las células del cuerpo. La consciencia puede entonces bailar de una a otra parte del cuerpo.
Pero, ¿cómo podemos ser conscientes de esta consciencia del cuerpo?
El cuerpo a veces nos muestra de manera patente esta consciencia a través de emociones fuertes como la alegría, la tristeza, el miedo o la rabia. Incluso se pueden sentir estas emociones sin que tengan en la mente ninguna explicación obvia. En las emociones nos encontramos con el entorno de una manera “fuerte”, con “rozamiento”.
En la mente por su parte no hay emociones. En la mente hay ideas. Al ser el órgano especializado siempre pretende organizar la información que recibe del resto del cuerpo. La mente es la que más se proyecta fuera del cuerpo y del entorno inmediato. Si puede se escapa del entorno, es de tendencia escapista.
Pero mente y cuerpo no son más que un continuum, forman parte de un universo fractal que de igual manera que el átomo y las galaxias, está formado por células y constelaciones neuronales que perciben el entorno y el mundo.
En ese continuum entre mente y cuerpo hay unos vasos comunicantes que son los sentimientos. Los sentimientos son fruto de la  destilación de las emociones y las ideas y son, en definitiva, los que nos hacen aprender y nos “curan” de nuestras experiencias en el entorno.
Emociones, ideas y sentimientos nos permiten experimentar en el entorno a través de nuestra percepción y nuestra experiencia. A través de ellos habitamos el mundo.
La percepción es un modo de relación con el entorno. Un modo de situarnos en el mundo.
Cuando uno cambia su manera de percibir, cambia su manera de relacionarse con el entorno, y  el entorno cambia. En este poder radica el poder creador del ser humano. Cada cambio de consciencia cambia el mundo. Da vértigo, ¿eh?

Josune Razkin



La percepción como distancia-encuentro II
Si entendemos la percepción como un modo de relacionarnos con el entorno, un modo de ubicarnos en el mundo, entonces esa ubicación se traduce en una localización en el espacio-tiempo respecto a lo que percibimos.
Eso nos coloca a una determinada “distancia” de respectividad de lo que percibimos. Siempre estamos a una determinada distancia de lo que nos ocurre en el mundo. Esta distancia no tiene nada que ver con el espacio físico que se puede medir en centímetros o en metros, ni con el espacio cronológico que se puede medir en segundos, minutos u horas.
Esta distancia es una distancia emocional, sentimental y racional de nuestro cuerpo pensante respecto a su experiencia en el mundo. Al relacionarnos con nuestro entorno con una determinada “distancia” se abre un espacio-tiempo de respectividad. Se abre una determinada vibración que nos une a la experiencia.  En ese sentido la distancia de respectividad respecto a la experiencia nos hace vibrar a una determinada frecuencia.
Por eso dicen que del odio al amor hay un paso, porque los dos extremos, los dos contrarios siempre vibran en la misma frecuencia. Lo que determina si hay amor o hay odio es nuestra posición en esa vibración. Para tener otro tipo de experiencia hay que dar un salto hasta otra frecuencia. Y esos saltos sólo se pueden dar con conciencia.
La conciencia modula nuestra frecuencia de vibración como una radio. Cuando cambiamos nuestra frecuencia percibimos un mundo diferente, habitamos un mundo diferente.

Josune Razkin




Resonancias del LABO/muestras
En –Tornos (Primavera-Verano 2013)

De lo líquido a lo sólido
En un laboratorio de creación se parte de una situación líquida en la que flotan las preguntas; en el caso del Laboratorio En-tornos estas preguntas son sobre los límites, las fronteras, la naturaleza, los cuerpos, el a-dentro y el a-fuera, las capas, la piel, las superficies, la intimidad….En ese magma creativo aparecen nuevas preguntas y conceptos, nuevas situaciones, y acontece lo que antes no tenía hueco para aparecer, fruto de la espontaneidad, la improvisación, la aleatoriedad,…
En la muestra del trabajo realizado presentada en Arteleku se realiza un proceso de solidificación de dicho magma en el que aparecen pequeños trozos de rocas incandescentes que empiezan a configurarse como segmentos de significación. Estas rocas incandescentes nunca alcanzan a transmitir el magma originario, aunque su misión vital deba ser, cuando menos, señalarlo, indicarlo, sugerirlo.
Los segmentos de significación mostrados en Arteleku resuenan y señalan un magma de…
Superficialidades e infercialidades
Lo superficial es la última capa (super) que da la cara al mundo (facia). Esto significa que hay otra capa (infer) que le da el culo.
Un límite siempre tiene dos caras.



La equivocación del infinito
Si algo tiene el mundo que le es propio es su limitación. Todo llega a su fin en la forma, aunque no en el fondo. La materia se transforma dándole el don de la in-agotabilidad en el eterno retorno de lo mismo, pero alterado.
No existe el infinito, sólo existe lo finito inagotable. El infinito se equivoca.

La mirilla de la intimidad
El lenguaje enmarca la realidad permitiendo comprenderla, permitiendo colocarnos en un modo de relación con ella.
Enmarcar la realidad en una mirilla, permite comprenderla desde otro punto de distancia, nos pone en un modo de relación diferente, en un modo de relación más íntimo.

Fundirse con el mundo
A veces lo bonito no es enmarcar la realidad sino fundirse con ella, jugando a cruzar los límites, nadando y zambulléndonos en el mundo, olvidando el sujeto y el objeto, entregándose a la danza de la vida.

Capas de sensibilidad
Cada capa es una vibración y una sensibilidad diferente para recibir el mundo, cada muda que hacemos, supone un volver a nacer al mundo, un volver a recibir el mundo desde una nueva sensibilidad.  

La artificialidad de las fronteras
El lenguaje es un límite creado por el ser humano, es decir artificial, para poder sobrevivir en el mundo. Dentro de esta artificialidad se encuentran otros límites inventados para hacer sobrevivir a los estados y las naciones, como las fronteras.
Las fronteras hacen evidente lo artificial de los límites y con ello su grosería y absurdez.
Una vaina puede pertenecer a un país y la vaina vecina a otro. ¡¡¡¡¡Incluso perteneciendo a la misma planta!!!!!
Una semilla voladora fecunda otro país.
Una turista estridente viola otro país.

El encuentro con el otro que somos nosotros
Nunca llegamos a conocer al otro, sino que nos conocemos a nosotros mismos en la otredad.
Hacer el amor con el otro es suspender nuestra distancia con el otro para dejarnos alterar en nuestra entrega.

La señora acontecida
No hay nada mejor que hacer posible que acontezca aquello, que en principio, no tenía ninguna vía de acontecer en el mundo.
A veces una pieza-obra abre una puerta por la que se cuela un acontecer fuera de la intención primera.
La pieza-obra abre un mundo que ya no le pertenece a la pieza-obra.

El espectador creador
El arte no puede ser tal sin el espectador que recibe, sin su mirada, sin su escucha,…Esta recepción siempre es creadora, el espectador siempre crea en esa recepción, completando la información recibida con su resonar interno.
Los ojos emiten su mirada para ver
Los oídos lanzan su silencio para oír
Las manos despliegan su sensibilidad para tocar
El corazón se dispone para sentir
La mente se abre para recibir al mundo y al arte
Todos estos verbos son verbos activos y no pasivos. No existe el espectador pasivo.



De lo sólido a lo líquido
Planeando sobre todas las piezas de significación de la muestra sobrevuela el concepto de límite. Sin los límites habría un todo-nada indiferenciado que no se podría comprender ni recibir.
El límite por excelencia es el lenguaje, herramienta fundamental para recibir el mundo.
Os propongo disolver los sólidos y devolverlos al magma originario, que cómo no, ya no es el mismo, sino que se encuentra alterado y transfigurado.
Y para volver a zambullirnos en el magma os propongo el reto de pensar el mundo con los límites en suspenso, como un continuum, que quizás sea la naturaleza profunda del mundo, en el que no hay ni adentros ni afueras, ni subjetividades establecidas, sino solamente una vida esperando experimentarse, siempre deseante. 





Josune Razkin



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